En pleno tumulto de la Revolución Industrial en 1848, Karl Marx presenta el Manifiesto comunista, obra icónica que resalta la brecha entre la clase trabajadora y la burguesía. El libro propone que se acerca una revolución inminente, por lo que propone que la propiedad privada y la centralización de la producción desaparezcan. Este llamado a la acción inflamó movimientos en todo el mundo en el siglo XX, desencadenando tanto la Revolución rusa como la Revolución cubana.
A pesar de su brevedad, El manifiesto comunista sigue imprimiéndose, leyéndose y estudiándose en todo el mundo, ya que cambió el destino de naciones enteras.