Tras consultar al oráculo de Delfos, Edipo entiende que, para salvar a Tebas, debe buscar y castigar al asesino de Layo, el anterior rey.

En su búsqueda de la verdad, Edipo descubrirá la peor de las desgracias: que ha asesinado a su padre y ha desposado a su propia madre. El destino que le espera es oscuro y profundamente poético. Sófocles, acaso el dramaturgo griego más brillante, desentraña en Edipo Rey los entramados del alma humana y sus contradicciones.

Considerada por Aristóteles como la más perfecta de las tragedias griegas, Edipo rey sigue estremeciendo a los lectores que se sumergen en sus gloriosas páginas.